Por Karla Casas
La identidad regional y el sentido de pertenencia son factores que influyen para la creación de un museo, sobre todo los de la frontera norte de México que debido a su misma condición de frontera al estar más cerca de Estados Unidos que el propio país, se proyecta y exhibe su historia y evolución.
Estos museos son relativamente nuevos, tomando en cuenta que la formación de la frontera norte de México fué posterior que el resto del país, la gran mayoría de ellos son de la historia local de la propia ciudad o de sus alrededores, así como de tribus cercanas o reservas, son muy pocos los museos que tienen la temática tecnológica o modernista, sobre todo el noreste del país.
La facilidad de acceso que tenemos para ir y venir a Estados Unidos nos permite visitar los museos que tienen en la frontera américana, por ejemplo: en San Diego y sus alrededores hay museos de arte, de historia, naturales, contemporáneos, entre otros; lo cual muchas veces preferimos ir debido a que tienen más opciones que los nacionales. Así mismo, tienen eventos y exhibiciones nuevas y constantemente los están acutalizando, también hay que tomar en cuenta que en muchas ocaciones salimos de paseo y nuestro plan es ir a Estados Unidos, por lo que un museo es buena opción; en cambio, los museos que tenemos en Tijuana puede que no nos brinden muchas opciones o simplemente no tienen la suficiente difusión que deberían tener.
En general, los museos fronterizos dejan ver la evolución local y uno puede conocer su historia, así mismo hay una amplia reserva de objetos y fotografías históricas, lo cual creo que es bueno, pues nos ofrece un panorama de como era y como se han ido transformando a lo largo del tiempo las ciudades de la frontera norte.
